La entidad se vuelca con las personas vulnerables y refuerza este tipo de ayudas ante el empeoramiento de la situación económica y laboral a consecuencia de la pandemia. Durante el Estado de Alarma, Casa Caridad ha repartido más de 12.000 raciones de alimentos y ha realizado más de 2.000 atenciones telemáticas con personas necesitadas. Casa Caridad ha presentado el balance de 2019, donde realizó más de 450.000 atenciones, la cifra más alta de los últimos cinco años. En el albergue para personas sin hogar, el 40% ya son mujeres que llegan solas o acompañadas de sus parejas e hijos.
Ante la situación excepcional derivada de la crisis sanitaria, Casa Caridad ha tomado medidas adicionales para hacer frente a las nuevas circunstancias derivadas de la Covid-19. “La entrega de vales canjeables en supermercados, ayudas destinadas a sufragar los gastos de alquiler o la gestión del Ingreso Mínimo Vital son algunas de las medidas extraordinarias que desde Casa Caridad hemos tramitado, con el objetivo de adaptarnos a las consecuencias que la pandemia ya está dejando”, señala Luis Miralles, presidente de la Asociación Valenciana de Caridad.
Además, durante los meses del Estado de Alarma, se han repartido más de 12.000 raciones de comida tanto en el comedor social, con los usuarios albergados, como en el reparto de kits de alimentos para aquellas personas que tienen algún recurso habitacional. “Las grandes olvidadas de esta pandemia están siendo las personas en riesgo de exclusión social porque son personas que no tendrían ni alojamiento ni acceso a alimentos sin la ayuda de entidades como la nuestra”, asegura Luis Miralles.
2019, un año de récord
Casa Caridad, además, ha presentado su memoria anual en la que se ve reflejado el aumento, de nuevo, del número de atenciones a las personas más necesitadas: un 4,2% más que el año anterior. El número de actuaciones realizadas por la Asociación durante 2019 asciende a 454.227, la cifra más alta de los últimos 5 años.
Cerca del 50% de las personas que solicitan ayuda a Casa Caridad, en recursos como el comedor o albergue, tienen entre 41 a 65 años. Un colectivo cuyo acceso al empleo se complica con el paso del tiempo y con el que Casa Caridad trabaja su reinserción social de una manera especialmente comprometida, a través de talleres como el de orientación laboral, en el que se les informa, forma y acompaña en el proceso de búsqueda de empleo. En esta línea, hay que señalar que el equipo de Trabajo Social de la Asociación ha realizado más de 2.000 atenciones por vía online durante el tiempo del Estado de Alarma por la crisis sanitaria del Coronavirus.
El 40% de las personas alojadas en los albergues son mujeres
Un año más, los albergues de Casa Caridad en Pechina y Benicalap han permanecido con una ocupación del 100%. En total, el año pasado se registraron más de 45.000 pernoctaciones, lo que supone un aumento del 3,2% con respecto al ejercicio anterior. Además, cabe destacar que el 40% de las personas alojadas en los albergues son mujeres que llegan solas o acompañadas de sus parejas e hijos. “A los recursos habitacionales de Casa Caridad vamos a sumarle este año el nuevo proyecto Fénix Sanchis Bergón, un edificio con ocho viviendas supervisadas con capacidad para 40 personas con el objetivo de ofrecer un nuevo servicio para usuarios que estén en una última fase de adquirir su independencia y dotar a la ciudad de València de un nuevo recurso para personas en situación de sin hogar”, ha apuntado Luis Miralles.
Así, uno de los objetivos de la Asociación con Fénix Sanchis Bergón es destinarlo a familias para reproducir las condiciones de un hogar ya que este colectivo sigue siendo una de las preocupaciones de Casa Caridad, que el año pasado realizó cerca de 7.500 actuaciones en el marco del Programa Escuela-Familia, y ayudó en la búsqueda de empleo, vivienda o formación a los padres y madres de los 165 niños de entre 1 y 3 años de las Escuelas Infantiles.