“La aspiradora” que mantiene limpias las aguas del Puerto de Valencia

La embarcación Limpiamar recorre cada día las aguas interiores de las dársenas para recoger los residuos flotantes. La APV gestiona la calidad del agua con la retirada de residuos, el análisis de las aguas y la medición de hidrocarburos. La calidad del agua del Puerto es óptima como demuestran indicadores naturales como la cría de clòtxinas.

De lunes a viernes a primera hora de la mañana se pone en marcha la embarcación Limpiamar, un barco del tipo “pelicano” que recorre todas las aguas interiores del Puerto de València para recoger los residuos flotantes que puede haber sobre la lámina de agua. Este sistema, junto al control analítico que periódicamente realiza la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) de las aguas interiores de los tres puertos y la medición de la presencia de hidrocarburos son los filtros que sirven para gestionar el control de la calidad del agua.

La Limpiamar, una embarcación de unos diez metros de eslora, es la encargada de mantener limpias las aguas del Puerto gracias a la cesta con la que cuenta en la proa. Cada día, recorre cada zona y va recogiendo los objetos que encuentra en la superficie. El responsable de medio ambiente de la APV, Santiago López explica que “realizamos una vigilancia y limpieza diaria de los residuos flotantes que provienen de la lámina de agua. Estos residuos se recogen a través de este barco que tiene una cesta en proa y va recogiendo todos los residuos flotantes y los deposita en una cuba especial. Estos residuos se llevan fuera y se gestionan a través de un gestor autorizado”.

Residuos que normalmente son plásticos, papel, madera o basura que pueda caer accidentalmente de los muelles o llegar del exterior del Puerto. Pero la Limpiamar también actúa para recoger grandes residuos como “troncos de madera de 5 metros de longitud que suponen un riesgo para la navegación de las embarcaciones”, señala Santiago Lòpez, quién añade que en algunas ocasiones también se han retirado “cuerpos de cetáceos muertos. En este caso se activa un protocolo a través del 112 dando aviso también al Oceanogràfic y a la Universitat de València para estudiar las causas del fallecimiento y la procedencia de estos”.

La actividad de la Limpiamar es constante y actúa como una aspiradora de las que podemos tener en nuestro hogar. “Salimos de lunes a viernes y estamos de guardia las 24 horas del día en contacto con el centro control emergencia para acudir en casos excepcionales como grandes troncos que supongan un peligro para la navegación de los barcos”, indica Jesús Ferrández, patrón de la Limpiamar.

Además de su papel diario de vigilante de la calidad del agua, la Limpiamar también actúa para extraer los objetos flotantes del antiguo cauce del río Túria, que conecta con el Puerto. La embarcación sirve de complemento a la barrera anticontaminación instalada en esta zona que permite recoger diariamente los residuos flotantes procedentes del tramo del antiguo cauce comprendido entre el Oceanogràfic y el puente de astilleros en el que confluyen varios colectores de pluviales de la ciudad y los que llegan al cauce por el efecto del viento, evitando que alcancen el puerto o las playas adyacentes al recinto portuario de Pinedo y El Saler.

 Calidad óptima de las aguas

Esta acción permanente de limpieza de la lámina de agua se complementa con análisis físicos-químicos y vigilancia de la concentración de hidrocarburos. “Periódicamente realizamos un control de la calidad del agua en los tres puertos siguiendo la directiva marco del agua, las normativas de control de calidad ambiental y la ROM 5.1 que es un instrumento especifico de cómo debe realizarse el control de las aguas de los puertos. Realizamos un control de la columna de agua con parámetros como la temperatura, la presencia de hidrocarburos, clorofilas o la turbidez. Además, analizamos parámetros químicos y de metales pesados tanto en la superficie del agua como de sedimentos que recogemos de los fondos”, apunta el responsable de medio ambiente de la APV.

Para Santiago López, “después de 15 años realizando un control analítico de la calidad del agua podemos asegurar que ésta es óptima. Hay indicadores naturales como la cría de clotxinas u ostras valencianas que demuestras que las aguas interiores del Puerto tienen una importante concentración de nutrientes y fitoplancton y, una salinidad óptima para el crecimiento y el sabor de estos moluscos”.