Las comidas copiosas propias de estas fechas y el sedentarismo explican el aumento de peso, que se intenta compensar a posteriori con dietas muy restrictivas perjudiciales para la salud
El Colegio de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) ha lanzado un conjunto de consejos dietéticos e ideas culinarias con el propósito de conservar una buena alimentación sin renunciar a poder disfrutar de la Navidad
Reducir el consumo de aperitivos procesados y altos en sal, sustituir platos fritos por cocinados al vapor y evitar dietas milagro para compensar los atracones son algunas de las recomendaciones que ofrecen los dietistas-nutricionistas para estas fiestas
Se acerca la Navidad, una época de regalos y felicitaciones, visitas a la familias y reencuentros navideños que calientan nuestros corazones y los llenan de alegría. Pero también la temporada navideña es una época en la que se cree que resulta difícil mantener una alimentación saludable y que, como advierte el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa), la población puede aumentar su peso hasta cinco kilos como consecuencia de las comidas copiosas y la ausencia de actividad física durante estas fechas. “Es alarmante el incremento de peso durante las Navidades. No sólo porque significa que hemos aumentado la cantidad de comida ingerida, sino porque hemos empeorado la calidad de los alimentos que consumimos, priorizando los productos que contienen un porcentaje alto de azúcares añadidos, sal y grasas de mala calidad. Además, después de un atracón, muchos valencianos comienzan a restringirse las comidas u optan por las denominadas dietas milagro, poniendo en riesgo su salud tanto por exceso como por defecto”, ha explicado Rocío Planells, gerente del CODiNuCoVa. Ante la dificultad que plantean estas fechas desde el punto de vista de la alimentación, el Colegio ha lanzado una serie de recomendaciones básicas para mantener una dieta saludable y poder así disfrutar de las Navidades sin renunciar al placer de la comida.
Planifica la lista de la compra y prioriza los productos frescos
El primer paso para conservar una alimentación completa y saludable es la lista de la compra. Desde el punto de vista de Rocío Planells, no se trata de no comprar, sino de moderar el consumo de productos propios de estas fiestas: “No hace falta empezar a comprar turrones o polvorones desde el día 1 de diciembre. Podemos dejar el consumo de dulces típicos para los días festivos evitando así que se convierta en un hábito diario que se alarga hasta finales de enero”.
La dietista-nutricionista propone redactar una lista de la compra con lo que realmente se necesita, evitando comprar en exceso y elaborar platos abundantes en proporción al número de comensales. También comenta que es recomendable ir a comprar sin hambre puesto que en estas fechas se pone al alcance de los consumidores productos llamativos que no se venden durante el año y que están altamente procesados. En vez de recurrir a los supermercados, con más tiempo a nuestra disposición se puede acudir a los mercados locales, lugares idóneos para comprar productos frescos y de temporada que aumentarán la calidad de nuestros platos.
Cómo conseguir comidas navideñas saludables
Además de priorizar opciones de compra saludables, desde el CODiNuCoVa se propone no rendirse ante las costumbres alimentarias impuestas e incorporar ciertos hábitos cuando cocinamos y cuando nos sentamos en la mesa a comer para conseguir mejorar nuestra alimentación durante estas fechas. Un conjunto de pautas que no trastocan de forma drástica los menús tradicionales de estas fiestas y nos ayudan a vivir con alegría la Navidad sin renunciar a nuestra salud.
Para la preparación de los platos, es preferible optar por las que no impliquen digestiones muy pesadas, como las cocciones al vapor, con horno e incluso microondas. Los anfitriones pueden ofrecer en los aperitivos frutos secos tostados en vez de aperitivos muy procesados con alto contenido en sal, azúcares añadidos y grasas de mala calidad y, en las guarniciones, es recomendable desplazar los ultraprocesados y apostar por las verduras, hortalizas o ensaladas con aceites de oliva, vinagre, hierbas o especies; o incluso productos con mínimo procesamiento, como encurtidos u olivas. También se puede elaborar como primer plato, platos calientes a base de verduras, por ejemplo, cremas que dan una mayor sensación de saciedad y, para terminar la comida, recetas con frutas, yogur, queso batido… “ingredientes con los que se consigue postres saludables sin necesidad de recurrir a dulces y llenos de azúcar”, apunta Planells.
Una vez en la mesa, el reto es distinto. “Se pueden probar los distintos platos, comiendo con tranquilidad y disfrutando de cada bocado, pero siempre con cantidades lógicas, sirviendo lo que se vaya a comer en un plato para controlar la cantidad de comida que se está comiendo y dejando de comer cuando uno se sienta saciado”, explica la dietista-nutricionista. Para hidratarse, es preferible optar por el agua como bebida principal y controlar el consumo de alcohol y refrescos, que solo aportan colorías vacías.