El grupo agroalimentario Roquette ha presentado su Informe de Actividad y Desarrollo Sostenible donde destaca la apuesta del grupo por el desarrollo, junto con sus clientes, de productos saludables
En España, el grupo está presente en Benifaió (Valencia), donde el año pasado alcanzó una producción de 491.000 toneladas de maíz triturado y una facturación de 239 millones de euros, un 7% más que en 2018
El grupo agroalimentario Roquette, líder mundial en ingredientes vegetales y en una nueva generación de proteínas vegetales para las industrias de Alimentación, Nutrición y Salud, ha presentado su Informe de Actividad y Desarrollo Sostenible donde destaca la apuesta de la compañía por la innovación hacia una alimentación sostenible.
La filial española, con sede en Benifaió (Valencia), destaca dentro del grupo por la excelencia en la transformación de maíz mediante el desarrollo de una herramienta que, a través de diferentes algoritmos, optimiza el consumo de energía en sus procesos de producción, lo que implica una reducción de costes y de impacto ambiental, en línea con su compromiso con la producción sostenible. Esto ha permitido a Roquette registrar un consumo energético mínimo en 2019 para España, después de reducirlo en un 40% en los últimos 15 años, reducir el consumo de agua en un 30% y evitar la emisión de 200.000 toneladas de CO2 en diez años.
“Hemos desarrollado, en colaboración con el Grupo Roquette, una herramienta que nos permite ajustar en continuo nuestra configuración de producción y consumo energético, trabajando siempre en el punto óptimo, y con la que hemos reducido el impacto ambiental y los costes”, señala Jose Álvarez, director financiero de Roquette España.
La sede de Benifaió cuenta con una instalación de 70.000 metros cuadrados, que le ha permitido producir 491.000 toneladas de maíz en 2019, un 5% más que el año anterior. En los últimos diez años la empresa ha incrementado su producción un 40%, gracias a la ampliación de su capacidad de secado y triturado. Actualmente, con este proceso de conversión del maíz, no transgénico y 100% natural, en componentes naturales (almidones nativos, almidones modificados, hidrolizados, jarabe de glucosa…) se fabrican gran variedad de productos finales, para servir los sectores de alimentación, cosmética, farmacia y papel y cartón.
Con una facturación en España de 239 millones de euros en 2019, y un crecimiento del 7% respecto al año anterior, la empresa afianza así su posición en el mercado agroalimentario situándose entre las cinco primeras empresas del sector valenciano y ocupando el puesto número 28 dentro de las empresas líderes de la Comunitat Valenciana. Actualmente, del total de sus ventas, el 20% proviene de la exportación.
Como actividad esencial, desde el Estado de Alarma la fábrica de Roquette en Benifaió no ha parado su actividad, garantizando de este modo el suministro a otros sectores básicos como Alimentación y Farmacia.
Impulso a acciones con impacto positivo en el entorno
Junto a la optimización de recursos energéticos, la filial ha presentado las iniciativas que ha llevado a cabo para minimizar el impacto ambiental así como las colaboraciones con asociaciones locales para mejorar el bienestar del entorno y que también forman parte del Informe de Actividad y Desarrollo Sostenible del grupo.
Así, en 2019 desde Roquette se realizó una campaña de reciclaje, que permitió reciclar 13,2 toneladas de plástico y 23 de papel. En la misma línea se apuesta por el consumo eficiente del agua, donde Roquette dispone en Benifaió de una planta de potabilización y tratamiento, en la que se han invertido cerca de 10 millones de euros, y que supone un referente en tecnología por su alto grado de eficiencia ya que elimina casi el 100% de la polución de las aguas tratadas.
Junto a ello, promueve acciones de voluntariado, como la colaboración con el Parque Natural de la Albufera, participando en la acción “Por una Albufera sin plásticos” y la plantación de árboles con WWF en zonas devastadas por incendios en la provincia de Valencia. La planta de Roquette en Benifaió genera 249 puestos de trabajo directo, el 40% de ellos en la comarca de la Ribera Alta.