Un estudio revela que las canteras generan hábitats acogedores para el águila perdicera

  • Un estudio, en marcha desde 2020, analiza los movimientos del águila perdicera en el Parque Natural del Garraf, en el que se ubica la cantera de Cemex en Begues (Barcelona).

  • El Gremi d’Àrids de Catalunya y el Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca, Alimentació i Medi Natural de la Generalitat de Catalunya han renovado el convenio firmado en 2014 para dar apoyo al sector extractivo en materia medioambiental.

Barcelona, 23 de mayo de 2024.- La población de águila perdicera (Aquila fasciata) en Catalunya sufrió una bajada notable desde los años 70 hasta el 2000, año en el que llegó al mínimo de 66 parejas reproductoras. Desde entonces, la población se ha ido recuperando lentamente y, hoy en día, ya hay 80 las parejas contabilizadas.

En esta lenta, pero sólida recuperación, están trabajando mano a mano el Gremi d’Àrids de Catalunya y el Departament d’Acció Climàtica Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya y las explotaciones mineras ubicadas en la zona, entre las que se encuentra la de “Les Cubetes” de Cemex en Begues (Barcelona). Concretamente el Gremi, quien ha renovado recientemente el convenio firmado en 2014 con el servicio de Flora y Fauna de la Generalitat de Catalunya, da apoyo al sector extractivo en relación con aquellas especies en peligro de extinción, que puedan tener algún tipo de interacción con las canteras o graveras.

A simple vista, puede parecer que estas actividades son incompatibles, pero ambas organizaciones llevan diez años colaborando en el estudio del comportamiento, seguimiento y evolución de diferentes especies autóctonas y los resultados son muy prometedores para el cuidado y supervivencia del águila perdicera. “Muchas veces se pone en duda las condiciones para el desarrollo de la biodiversidad en zonas de actividad extractiva de canteras y graveras, pero los hechos vienen demostrando de forma reiterada que, para el águila perdicera en concreto, esta actividad favorece sus hábitos de caza y reproducción”, comenta el ornitólogo Kiku Parés, quién está trabajando y asesorando en el proyecto.

Concretamente, el proyecto de la conservación y seguimiento de las águilas perdiceras lleva en marcha desde 2020 y estudia los movimientos de esta especie en la zona perimetral del Parque Natural del Garraf, ubicado en la provincia de Barcelona, un espacio que incluye también la cantera de áridos que Cemex tiene de Begues.

Recientemente, y para seguir abundando en el estudio se ha equipado a una pareja reproductiva de águilas con un transmisor GPS, con el objetivo de obtener más datos de su comportamiento.

En el proyecto se plantean diferentes objetivos específicos. Por un lado, el seguimiento de la ocupación de los territorios reproductores y los territorios desocupados. Es decir, obtener datos sobre las tasas vitales (éxito reproductor, supervivencia), monitoreo de la calidad de los territorios, estudio de la viabilidad poblacional y estudio de las principales causas de mortalidad. Por otro lado, el estudio del uso del hábitat por parte de los individuos territoriales, ya que la finalidad es hacer un seguimiento de los individuos mediante técnicas de seguimiento satelital.

Con toda esa información se seguirá analizando las posibles interacciones con las canteras de la zona, incluyendo la de Cemex, para así diseñar medidas complementarias, apoyo para las Declaraciones de Impacto Ambiental o para adaptar los planes de restauración de las canteras. “El conocer las costumbres, necesidades y vida de estas aves nos ayuda, por un lado, a adecuar nuestras instalaciones y nuestros planes de explotación para compatibilizarlos con su cuidado y protección, y por otro, a confirmar que su asentamiento en estos espacios demuestra que las águilas han encontrado un sitio especialmente acogedor para vivir y procrear” explica Francesc Viñas, jefe de Áridos de Aragón y Cataluña de Cemex.

Por su parte, el gerente del Gremi d’Àrids de Catalunya, Jaume Puig, cree que la divulgación de estos estudios es clave para que la sociedad conozca la importancia de los valores naturales de los espacios protegidos, las especies que se están conservando y el por qué éstas deciden instalarse en un sitio u otro. “Los estudios -explica Puig- ponen de manifiesto que una explotación minera bien gestionada no solo es capaz de convivir con la naturaleza y devolver los espacios naturales en condiciones óptimas una vez explotados, sino que proporciona el hábitat que, determinadas especies de aves como el águila perdiguera en este caso, eligen para su asentamiento de por vida. Esto significa que, muy al contrario de lo que nos querían hacer creer, los entornos mineros están ayudando a la recuperación de muchas especies”

Características de las águilas perdiceras

Esta especie es una de las aves rapaces más amenazadas en el continente europeo y es una de las especies más protegidas en el ámbito autonómico, estatal y europeo. Las parejas de águilas perdiceras son monógamas, estables durante toda la vida y muy territoriales, no permitiendo el asentamiento de ejemplares solteros u otras parejas en su territorio. Los nidos son permanentes y las fronteras entre territorios están muy marcadas. Crían una vez al año, de febrero a julio y en caso de muerte de uno de los miembros de la pareja, rápidamente es sustituido por algún soltero de la población flotante que no tiene territorio propio. Actualmente, en Catalunya hay unos 75 territorios identificados en los que me asienta esta especie y la zona del Parque de El Garraf, donde se ubica la cantera de Begues de Cemex, es una de ellas.

Este proyecto de conservación y seguimiento de las águilas perdiceras está totalmente alineado con la estrategia de biodiversidad de Cemex y es uno de los pilares de la estrategia Futuro en Acción de la compañía, comprometida con la preservación de la tierra, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos más allá de sus operaciones para mitigar el cambio climático y promover ecosistemas naturales saludables.



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