Según los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la compra de cervezas, vino y bebidas espirituosas se ha incrementado en la última semana, un 86,5%, 73,4% y un 93,4% respectivamente, respecto a 2019
Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana alertan de que la ingesta de bebidas alcohólicas no debería recomendarse en ningún caso y afecta especialmente a pacientes con patologías cardiovasculares, digestivas, diabetes, obesidad o algunos tipos de cáncer
Los expertos en alimentación recomiendan decantarse por bebidas 0% alcohol y recuerdan que, para mantenerse hidratado, basta con beber agua del grifo
El confinamiento y la recomendaciones del Gobierno de reducir las salidas a los supermercados a una vez a la semana, han traído aparejado un aumento de las compras de alimentos para almacenar, pero también, de bebidas alcohólicas. Según los datos hechos públicos por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, referidos a la última semana analizada (del 6 al 12 de abril de 20201) se observa que las compras de cervezas han aumentado un 86,5%, las de vino un 73,4% y las de bebidas “espirituosas” un 93,4% respecto a la misma semana de 2019. Es decir, su consumo se ha disparado y continúa al alza.
Desde el Colegio de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) han alertado de esta tendencia y recuerdan que, además de otros efectos nocivos para la salud, “el consumo de alcohol no aporta nada a nivel nutricional y sí conlleva un consumo de 7kcal/gramo, además de ser un compuesto tóxico para nuestro organismo”, señala Paula Crespo, presidenta del CODiNuCoVa.
“Debido al cierre de los bares y restaurantes, hemos trasladado a nuestras casas acciones que antes eran esporádicas, como es el caso del consumo de alcohol, asociado principalmente a eventos sociales, ocio nocturno o encuentros en locales. El incremento del consumo de alcohol no social supone un peligro ya que podemos convertirlo en un hábito o costumbre sin darnos si quiera cuenta”, apunta Crespo.
Además, el consumo de alcohol viene acompañado, en la mayoría de las veces, de aperitivos con productos procesados, comidas copiosas, postres dulces en abundancia… Lo que aumenta los hábitos poco a nada saludables.
“La ingesta de bebidas alcohólicas no debería recomendarse en ningún caso y especialmente en aquellos pacientes con patologías digestivas, cardiovasculares, diabetes, obesidad o algunos tipos de cáncer su consumo está totalmente contraindicado. Como normal general, la mejor cantidad de alcohol es ninguna” señala Luis Cabañas, dietista-nutricionista y secretario del Colegio Oficial. Por ello, en el caso de que se deseen consumir estas bebidas, los nutricionistas recomiendan escoger las de 0% alcohol. “A diferencia de lo que muchas personas piensan, las bebidas alcohólicas ni hidratan ni quitan la sed, al contrario, deshidratan. Si queremos hidratarnos debemos beber agua, no hay otra bebida que hidrate más, y tanto ahora como en otros momentos, podemos consumir sin ningún riesgo el agua del grifo”, afirma Cabañas.
El confinamiento, menos saludable de lo que parece
A pesar de que las redes se han llenado de tutoriales y streamings de cursos de cocina y recetas saludables lo cierto es que, aparejado al aumento de consumo de patatas y hortalizas comunicado desde el Ministerio de Agricultura (ha aumentado un 44% su compra en la última semana), también se ha producido un importante incremento en la cesta de la compra de productos y platos preparados: en concreto de un 38% más según los últimos datos. “La imagen que se ha intentado transmitir es que la gente está en casa, cocinando sano y cuidando de su alimentación. Pero los datos nos dicen lo contrario: más productos ya cocinados en la cesta de la compra de los españoles y de carnes procesadas, de manera constante, indican que también se está optando por la comida “rápida” en el hogar de una manera más habitual de la que podríamos pensar”, apunta Paula Crespo.
Desde el Colegio de Nutricionistas de la Comunitat Valenciana han elaborado una serie de recomendaciones para una alimentación saludable que pueden ser llevadas a la práctica tanto en el confinamiento como cuando salgamos de él. “Es un buen momento para cambiar ciertos hábitos que teníamos interiorizados, desde comer rápido y con prisas, hasta dar más protagonismo a las legumbres en nuestros menús, por ejemplo”, concluye Luis Cabañas.