Pediatras del Departamento de Salud de Manises alertan del peligro de las picaduras de medusas en verano

  • Los expertos inciden en la importancia de prestar especial atención a los niños, sobre todo a los menores de 5 años, a las personas con historial de alergias o con problemas cardíacos.
  • Juan Carlos Jurado, pediatra en el Hospital de Manises, asegura que “a menudo la persona afectada sufre angustia, agitación, pérdida de apetito, conjuntivitis y dolor de cabeza”.

La época estival, marcada por aguas cálidas y días soleados, implica una mayor presencia de medusas en nuestras costas. En los últimos años ha aumentado la presencia de estos organismos marinos debido a cambios en las corrientes marinas y a otros factores medioambientales.

Esta situación exige una mayor atención y preparación por parte de los veraneantes, así como de las autoridades. En este sentido, desde el servicio de Pediatría del Hospital de Manises hacen hincapié en la importancia de conocer cómo afectan las picaduras de las medusas y garantizar la seguridad y bienestar de los bañistas que disfrutan de las costas mediterráneas.

Prevención frente a las medusas

Con el fin de prevenir picaduras, desde el servicio de Pediatría del Hospital de Manises se recuerda que las autoridades advertirán del riesgo de presencia de medusas a los bañistas y procurarán que se evite el baño en esos momentos.

“Como bañistas debemos tomar precauciones en zonas infestadas por medusas, aunque estemos lejos de la costa, evitando pasar por zonas donde podamos salpicarnos porque el agua puede arrastrar células activas de las medusas”, explica el Dr. Juan Carlos Jurado, Pediatra en el Hospital de Manises.

En este sentido, los expertos mantienen la importancia de prestar especial atención a los niños, principalmente a los menores de 5 años, a las personas con historial de alergias, problemas cardíacos o que hayan sido picadas anteriormente.

Tratamiento de picaduras de medusa

Lo primero que se debe hacer para para curar la picadura es limpiar la zona afectada. Para ello, los expertos aseguran que es mejor no usar agua dulce. Lo mejor para limpiar la picadura es utilizar suero fisiológico o agua salada. “Un lavado con agua de mar facilita la eliminación del veneno en la piel”, confirma el Dr. Jurado.

El especialista explica que “sumergir la zona afectada en agua caliente salada a una temperatura de alrededor de 40ºC durante 30-60 minutos) ayuda a controlar el dolor.

En caso de que haya restos de tentáculos, es importante deshacerse de ellos con pinzas y nunca usando las manos. Además, no hay que frotarse la herida ni con toallas ni con arena. En todo caso, los expertos recomiendan acudir a un centro médico de urgencia si el dolor es muy intenso o si el estado de salud empeora.

Causas de las picaduras

Las picaduras de las medusas están caracterizadas por dolor, picor intenso y enrojecimiento e inflamación de la zona afectada. Además, la distribución del veneno por el organismo, tras la picadura, puede conducir a una sensación de opresión torácica, calambres musculares e, incluso, dificultad respiratoria.

El especialista asegura que “a menudo la persona afectada sufre angustia, agitación, pérdida de apetito, conjuntivitis y dolor de cabeza”. Sin embargo, estos síntomas ceden pocas horas después de la picadura.

Especies de medusa en el Mediterráneo

Cada especie de medusa genera distintos efectos negativos en nuestra piel. Los profesionales del Hospital de Manises explican la importancia de distinguir entre estas especies para aplicar un tratamiento u otro. Las medusas que puedes encontrarte este verano en el mar Mediterráneo son:

  • Medusa huevo frito: cuyo nombre hace referencia a su físico. Su picadura puede producir irritación en la piel y picor. Podría producir urticaria, pero sus cortos tentáculos lo dificultan.
  • Medusa luminiscente: se suele encontrar en aguas abiertas, pero durante el verano se acerca al litoral. Sus largos tentáculos afectan a gran superficie de la piel provocando irritaciones, escozor y, en ocasiones, heridas abiertas.
  • Medusa aguamala: llega a la costa mediterránea en primavera y permanece en ella hasta otoño. Su simple presencia en el mar puede producir heridas e irritaciones en la piel, aunque no genera cuadros dermatológicos graves.
  • Medusa común o también conocida como medusa luna, medusa platillo o medusa sombrilla. Es una de las especies de medusas más abundantes. Su presencia es prácticamente inofensiva.
  • Medusa de compases: no es muy frecuente, pero se encuentra en enjambres. Su picadura supone quemazón y picadores al inicio y edemas y erupciones cutáneas que permanecerán durante un tiempo en la piel.


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